Dulcinea

A veces nuestras mentiras no meten en mayores trifulcas que la verdad. Esto le ocurrió a Sancho al engañar a su amo y decirle que conocía el paradero de Dulcinea la amada de don Quijote . "¿No ves allí, amigo Sancho, donde se descubren treinta o poco más desaforados gigantes?" Por este embuste, les tocó ir, puerta por puerta del Toboso buscándola. Tan en serio se tomó Sancho esta tarea que tuvo incluso que engañarle otra vez al decirle que una labradora era su amada. "Yo no veo, Sancho- dijo don Quijote-,sino a tres labradoras sobre tres borricas." Me temo que hoy les he contado de más a mis lectores, cosa que no es habitual pero supongo que por relatarles una de las muchas aventuras que tiene el Quijote, no careé en banca rota. Al final, en la noche, toparon con la catedral, o para don Quijote, el palacio de dulcinea. "-Aquí, Sancho amigo, hemos dado en el más famoso templo de la cristiandad: -Digo en la Iglesia de esta gran señora Dulcinea del Toboso" L...